El estudio que realiza la Corporación Juego y Niñez en Alianza con la Universidad Nacional llega a su cuarta etapa, en la cual se confirma que estos espacios de juego desarrollan competencias ciudadanas y socioemocionales.
Las niñas y los niños que asisten a ludotecas tienen mayores posibilidades de desarrollar competencias ciudadanas, emocionales y de creatividad, que aquellos que no acuden a estos espacios de juego, diversión y aprendizaje. Así de contundente es el principal resultado que arroja el estudio longitudinal (de seguimiento por varios años a unas mismas personas) que viene adelantando desde hace más de tres años la Corporación Juego y Niñez en Alianza con la Universidad Nacional y que está por concluir con la cuarta etapa.
Este estudio surgió para determinar el impacto que el programa Ludotecas Naves tiene en la infancia y en la primera infancia. Para realizarlo, los investigadores de la Universidad Nacional seleccionaron a 360 niños, de 1 a 13 años, de seis municipios que asisten regularmente al programa Ludotecas Naves y conformaron un grupo de contraste integrado por 180 niños que no van a estos lugares, pero comparten las condiciones sociales, culturales y contextuales de los niños de las ludotecas Naves.
Los resultados más recientes señalan que existen diferencias en competencias específicas entre las niñas y niños que asisten a las ludotecas y entre quienes no lo hacen. Los primeros tienen mejor disposición para la participación, la convivencia, el manejo de conflictos y de reglas, la expresión de emociones, la empatía, la autorregulación y la flexibilidad.
Los avances que ha presentado el estudio en su cuarto momento, en 2018, corroboran estos resultados. Demuestran que la ludoteca afecta positivamente las competencias de niñas y niños; impacta en competencias emocionales como la empatía y contribuye con el desarrollo de la creatividad y los cambios familiares, entre otros.
“Promovemos un modelo de educación que favorece las habilidades emocionales y sociales que hoy, más que nunca, requerimos. Nuestros procesos aprovechan la movilidad del cerebro que da la lúdica para promover competencias ciudadanas y desarrollar la creatividad que permite alcanzar el éxito. El juego, aun cuando a veces no se crea, es el lenguaje ideal para generar relaciones convivientes en la familia”, señaló Ruth Camelo, directora de la Corporación Juego y Niñez, al conocer los primeros hallazgos.
Por su parte, Rita Flórez, directora del Grupo de Investigación Cognición y Lenguaje en la Infancia de la Universidad Nacional, destacó que las ludotecas permiten intervenir desde muy temprano en el desarrollo de esta capacidad de convivencia, “algo fundamental en el país en el que vivimos, el cual se encuentra sumido en la polarización y en la falta de tolerancia”.
En cuanto a las diferencias entre niñas y niños de zonas rurales y urbanas, el estudio ha encontrado que la niñez de zonas rurales tiene un desempeño relativamente menor sobre las competencias evaluadas que la niñez de zonas urbanas, en parte por la misma forma en la que se aproximan al juego, especialmente en la expresión de las emociones y en la creatividad.
“No son muchos los estudios que existen al respecto, pero los que hay ya señalan disposiciones distintas de los niños de zonas rurales para las actividades lúdicas. Esto reafirma la importancia de focalizar los esfuerzos hacia estos grupos poblacionales”, agrega la investigadora.
Finalmente, el estudio también ha revelado que las niñas y los niños, en los escenarios tradicionales de formación, como la escuela, siguen curvas decrecientes del desarrollo de sus competencias, especialmente en la creatividad y en las competencias emocionales, mientras que quienes asisten a ludotecas tienen curvas crecientes.
El desarrollo de competencias emocionales, la expresión de emociones y la empatía (ponerse en el lugar del otro), dice Flórez, es importante en nuestro país, especialmente cuando necesitamos de estas competencias para seguir creciendo como una nación que comprende al otro y es capaz de perdonar y de resolver pacíficamente sus conflictos.
Los hallazgos de este estudio y, específicamente, de lo avanzado en la cuarta etapa serán presentados en próximos días, durante el VII Encuentro Internacional de Juego, Educación y Ludotecas, Entornos Protectores para la Infancia, que se realizará del 10 al 12 de octubre en Bogotá. El encuentro es organizado por Corporación Juego y Niñez en alianza con la Universidad Minuto de Dios (Uniminuto), sede del evento.