En once talleres, asistentes al VII Encuentro Internacional de Juego, Educación y Ludotecas: Entornos Protectores vieron cómo se lleva a la práctica el valor que tiene el juego en diferentes campos.
“El juego es mágico”. Esto lo afirmaron expertos y asistentes al VII Encuentro Internacional de Juego, Educación y Ludotecas: Entornos Protectores. Esta magia la experimentaron algunos de los 350 participantes que llegaron de diferentes ciudades de Colombia a vivir el encuentro y que participaron en espacios que guiaron talleristas nacionales e internacionales. Los once talleres demostraron lo que puede lograr el juego en niñas, niños, jóvenes, adultos y todos los que participen de él.
Los talleristas, convencidos del valor que tiene el juego, se valieron de su creatividad y experiencia para usar la música, el baile, el diálogo, la pintura y otras herramientas para poner a jugar a los participantes y demostrar cómo mientras juegan y se divierten van aprendiendo. Los participantes se divirtieron y se llevaron muchas enseñanzas para ponerlas en práctica en su día a día como ludotecarios, maestros y profesionales de infancias.
“Los talleres se pueden aplicar en las actividades que hacemos con los niños. Aquí nos dan muchas herramientas y tenemos diferentes puntos de vista de personas que tienen mucha más trayectoria que nosotros. Esto nos permite evaluarnos, identificar qué debemos seguir haciendo y qué debemos cambiar”, dijo Leidy Johana Orozco Londoño, ludotecaria en Envigado (Antioquia).
Aquí una síntesis de los muchos logros que se pueden obtener mientras se juega:
El juego es mágico: crea vínculos y diversión
“Las personas cuando llegan al taller están como tiesas, como que no quieren hablar, pero cuando se ponen a jugar es como si se conocieran de toda la vida. Entonces el juego, en una palabra, es mágico, porque logra crear unos vínculos, una risa y una diversión que muestra realmente que la ludoteca es muy importante para todo el mundo, no solo para los niños, también para los adultos. En el taller solamente había adultos y se fueron super felices”, dijo Françoise Bardon, directora de Mission Enfance.
Bardon fue la tallerista de ‘La magia del Juego en la ludoteca’, que tenía como objetivo que los asistentes sintieran cómo es el juego, que percibieran las emociones que trae la ludoteca tanto para los niños como para los ludotecarios. “Que ellos lo sintieran viviéndolo, porque una cosa es la teoría y otra la vivencia”, aseguró.
Con el juego se aprende a aceptar las diferencias
El taller ‘Transición a la Alteridad juegos socioculturales para la educación inclusiva’ de la Universidad Minuto de Dios (Uniminuto) se centró en aprender a aceptar las diferencias, para hace efectiva la educación inclusiva. Desarrolló temáticas relacionadas con la alteridad (capacidad de ser otro o distinto) que implica reconocer al otro como ser humano, que tiene características, visiones y situaciones socioemocionales diferentes.
Mostró que las niñas y los niños merecen ser incluidos en las ludotecas, los espacios, los contextos de la educación infantil y se deben sentir parte de estos contextos socioeducativos o de los lugares donde se desarrollan estos procesos.
“Con cualquier herramienta se pueden desarrollar juegos y de cualquier forma podemos desarrollar procesos empáticos en nuestros niños. Es importante entender que hay capacidades diversas y que esas condiciones no son una barrera, sino una oportunidad para el reconocimiento del otro”, señaló Édgar Zambrano, quien estuvo a cargo del taller junto con Juliana Méndez y Adriana Tabares.
El juego como herramienta para superar momentos adversos
La Fundación Niñez Primero de El Salvador trabaja la ludoteca en diferentes modalidades: móvil, hospitalaria, penitenciaria, terapéutica y escolar. El taller dictado por esta fundación ‘Juego, Duelo y Resiliencia’ mostró de manera teórica y práctica el trabajo de la fundación.
Este taller, según Armando Arita, sicólogo de la fundación, “fue una invitación para que los participantes se reten un poco más y vayan más allá con el juego. Nosotros hacemos cuidados paliativos (cuidados destinados a personas que padecen enfermedades que no se pueden curar, que permiten mejorar la calidad de vida) a través del juego. Activamos la resiliencia en los niños a través del juego; es decir que les enseñamos a superar momentos adversos, pero siempre jugando y esto es mágico porque es su medio de comunicación natural”, señaló Arita.
Octavio Henao, coordinador de recreación y ludoteca de Rionegro (Antioquia), participó en este taller y aseguró que las historias que trajeron los ponentes fueron significativas. “Creo que en nuestro país trabajamos mucho sobre el tema de ludotecas, pero esto que ellos expusieron sería importante empezar a aplicarlo en las ludotecas de nuestro país para así poder acompañar en situaciones difíciles a la comunidad”.
Se puede comenzar, agregó Henao, visitando los hospitales que muchas veces están excluidos, los centros carcelarios y los internados, pues por diferentes razones, y a veces por falta de apoyo, la ludoteca está en un solo lugar y la comunidad debe desplazarse hasta allí. “Yo creo que la podemos expandir más para hacer ese trabajo significativo que hacen en ese país”, dijo.
El juego transforma aporta al desarrollo de las niñas y los niños
‘Ser, Hacer y Estar Jugando’ fue el taller de la Corporación Juego y Niñez. Indira Sabalza, gerente técnica de la Corporación, señaló como objetivo el lograr que los participantes comprendieran cómo desde el juego se logra movilizar el ser para trasformar el hacer en la ludoteca.
“Lo que se vivió fue fundamentalmente desde el juego y las reflexiones alrededor de los teóricos que desde el juego plantean cómo se logra trasformar las prácticas de vida y de hacer con los niños y las niñas, aportando en su desarrollo”.
Lucy García Montes, alcaldesa del municipio de Sincé (Sucre), participó en este taller. “Es un taller enriquecedor donde no estamos formando desde el ser. En los talleres he aprendido la importancia de formar a los niños para que sean mejores seres humanos, sean personas fuertes para enfrentar la vida. Tengan amor propio y estén protegidos”.
¿Qué opinaron los participantes?
Johana Ríos, ludotecaria en Envigado (Antioquia)
Participó en el taller ‘Tomar la palabra para recrear el mundo en la primera infancia’ de la Universidad Minuto de Dios (Uniminuto). “Tiene que ver con toda la parte de la escritura, de cómo escribíamos cuando éramos niños. Uno dice de niños no escribíamos, solo hacíamos dibujos, pero esa es una forma de escritura en los niños. Como adultos vemos diferente y no a través de los ojos de los niños, que es lo que deberíamos hacer nosotros”.
Leidy Julieth Fonque Macías, ludoeducadora en Tenjo (Cundinamarca)
“Ha sido una experiencia muy bonita. Para nosotros estos espacios son muy importantes. He aprendido mucho y entendiendo que lo primordial es el niño. Llevo muchas experiencias para Tenjo que me permiten aprender mucho más con los niños. Participé en el taller: Narrativas del Color en Expansión de Idartes – Alcaldía de Bogotá. Uno cree que el arte es dibujar y es más. En el taller formamos un paisaje lleno de colores muy hermosos. Donde no había nada formamos grandes cosas con personas que nunca habíamos visto”.
José Luis Pérez Romero, docente de la Universidad Minuto de Dios (Uniminuto)
Participó en el taller Narrativas Cantadas, una experiencia pedagógica de Lein Colombia. “Fue muy significativo porque es un retorno a aspectos propios de nuestro folclor, entonces hablar de nuestra música, escucharla, reflexionar sobre ella y ver cómo hay una conexión directa con lo que somos fue importante. Escuchamos una serie de cantos del Pacífico, los cantamos, los bailamos y pusimos ‘sabor’. Creamos sonidos con partes del cuerpo y les pusimos letras con refranes”.