- 112 servidores públicos de 42 municipios, de los 32 departamentos del país, participaron durante 8 meses del proceso de asistencia técnica en Crianza Amorosa + Juego.
- Estas servidoras y servidores públicos replicaron sus conocimientos de Crianza Amorosa + Juego con 1500 familias en sus territorios.
- El cierre de este proceso se realizó en Bogotá este 13 de diciembre, con la participación de servidoras y servidores públicos en el marco de un taller liderado por la Consejería Presidencial para la Niñez y la Adolescencia y la Corporación Juego y Niñez.
El 13 de diciembre se realizó en Bogotá el evento de cierre de Asistencia Técnica en Crianza Amorosa Juego, en el cual participaron más de 60 servidores públicos y gestoras sociales en un taller liderado por la Consejería Presidencial para la Niñez y la Adolescencia y la Corporación Juego y Niñez, que tuvo como propósito socializar los aprendizajes y experiencias de este tejido colectivo para prevenir violencias contra niñas, niños y adolescentes para posicionar el juego como un derecho y factor de protección.
Con la Asistencia Técnica en Crianza Amorosa + Juego en los territorios se logró profundizar y ampliar conocimientos en temas relacionados con los imaginarios, las prácticas y las pautas de crianza; los factores protectores y de riesgo para la niñez; el apego y el vínculo afectivo; los tipos de violencias y cómo prevenirlas; el castigo físico y sus implicaciones, así como la comprensión del juego como derecho y factor protector de la infancia y la adolescencia.
Gracias a la participación y el compromiso de las servidoras y servidores públicos en el proceso, el 85% comprendieron las consecuencias negativas de la violencia en el desarrollo socioemocional, cognitivo y la salud mental de las niñas, niños y adolescentes; el 50% tuvieron cambios significativos sobre los imaginarios presentes en la crianza, y el 76% lograron identificar que a través de la crianza basada en el amor se previenen las violencias en el hogar.
Además, el 88% ven en el diálogo una de las pautas para corregir; el 71% afirma que es importante acordar las reglas y establecer una comunicación permanente, así mismo el 60% de las familias reconocen que el castigo físico no es una práctica de crianza respetuosa y armónica.
Otro de los grandes impactos de la asistencia técnica, fue llegar a más de 1.500 familias en los territorios, con el liderazgo de los equipos interdisciplinares y las diferentes secretarias y dependencias de los 42 territorios de todo el país. Con esta formación las familias lograron reconocer la negligencia, el abandono, los tratos crueles, humillantes o degradantes como formas de violencia.
También se concluyó que la mujer tiene una fuerte asignación a la labor de crianza de niñas, niños y adolescentes en relación con los hombres, incluso, en el ámbito profesional, situación que perpetúa las desigualdades a partir de las diferencias de género, por ello, la pertinencia de continuar formando familias y servidores en los territorios para lograr transformaciones culturales de largo plazo, que brinden mayor equidad y reconocimiento al papel de las mujeres y de las niñas, niños y adolescentes en la construcción de la sociedad.
Estos resultados, ratifican que los procesos de formación son fundamentales para cambiar algunas prácticas tradicionales de crianza que han validado la violencia contra niñas, niños y adolescentes, brindando herramientas a las madres, padres y cuidadores para poner límites con amor, respetar y reconocer a la niñez y a la adolescencia y promover el juego y el diálogo al interior de las familias colombianas.