Ludotecas viajeras y talleres para docentes, profesionales de la Comisaría de Familia, ludotecarios, gestores culturales, madres y cuidadoras hicieron parte del proceso.
Niñas y niños del corregimiento de Palomino, uno de los siete de Dibulla (La Guajira), pudieron contar a los adultos cuáles son las situaciones de su población que más afecta a la niñez y presentar soluciones. A unos kilómetros de allí, también en el norte del país, en Ciénaga (Magdalena), madres y cuidadoras de la ludoteca comprendieron la importancia del juego en sus vidas y en las de sus hijos. Y en Uribia (La Guajira) los docentes se capacitaron para erradicar el trabajo infantil.
Con el patrocinio de Petrobras, la Corporación Juego y Niñez adelantó estas acciones en estas tres poblaciones para que logren avances en la garantía de los derechos de la niñez, especialmente el derecho al juego.
En Uribia un grupo de docentes, gestores culturales, profesionales de la Comisaría de Familia y ludotecarios participaron en dos talleres con el objetivo de evitar el trabajo infantil, debido a que en esta población se ha presentado un incremento de la problemática, entre otras razones, por las dificultades socioeconómicas que viven los padres de familia. En el primer taller participaron 35 personas y en el segundo, 20.
Los estudios muestran que la mejor manera de prevenir el trabajo infantil es haciendo atractiva la escuela. Cuando la ludoteca, la casa de la cultura, los entes sociales y sus programas hacen que las niñas y los niños quieran estar allí, se previene el trabajo infantil.
En palabras de Irma Salazar, gerente técnica de gestión de la Corporación Juego y Niñez, “una escuela alegre, significativa que se trasforma. Un docente que se moviliza, que innova, que rompe el esquema tradicional de la educación, es un docente que atrae a las niñas y a los niños y hace que prefieran ir a estudiar. A aprovechar su proceso escolar y no trabajar”.
Esto fue precisamente lo que se trató en los talleres. El logro más significativo de estos espacios fueron las reflexiones generadas por los docentes sobre cómo en la escuela se pueden transformar las prácticas y cómo un docente está en la obligación de actualizarse, de conocer cuál es el estado de su municipio frente a la situación de las niñas y los niños y a partir de eso generar nuevas prácticas educativas que hagan atractiva a la escuela. “Un niño que entra a la problemática del trabajo infantil es un niño que se pierde del acto educativo”, dice Salazar.
“El taller me ha dejado muchas enseñanzas. Aprendimos cómo atender a los estudiantes a través del juego. Se debe dejar que jueguen porque a través del juego aprenden. Mi clase ya no es magistral, ahora estoy más atenta a los comportamientos de los estudiantes y a llegarles a los padres, no solo la clase. Hay que brindarles la oportunidad a los niños de que digan cuáles son sus necesidades”, dice la docente Ana Cujia.
Además de los talleres a maestros, en esta población se hizo un proceso de actualización e innovación de la ludoteca. Este proceso se llevó a cabo con los seis ludotecarios con el fin de bridar espacios novedosos de juego a niñas y niños de regiones.
Las ludotecas viajeras de Dibulla
En Dibulla el objetivo fue conocer el contexto de la situación de la niñez en el corregimiento de Palomino para generar nuevas propuestas a favor del cumplimiento de los derechos de niñas y niños, especialmente al juego. Para lograrlo se llevaron a cabo dos ludotecas viajeras.
En la primera, que se efectuó el pasado primero de diciembre, se reunieron aproximadamente 200 niñas y niños, quienes plasmaron en unas tarjetas algunas situaciones que afectan a la niñez del corregimiento, así como unas posibles soluciones.
El maltrato de los padres a los hijos; las basuras en las calles arrojadas por los propios habitantes; la violencia; los conflictos entre los jóvenes; las peleas en el colegio y la falta de canchas o parques para jugar fueron algunas de las situaciones que señalaron. Entre las soluciones plantearon espacios seguros para jugar y divertirse; calles y playa libres de basura y más jornadas de salud.
Dejaron volar su imaginación y dibujaron muchos espacios de juego como parques, canchas y ludotecas, como la que disfrutaron ese día. Propusieron un hospital para garantizar el derecho a la salud e identificaron las bondades de contar con mar y río en el territorio, escenarios que aprovechan para jugar y compartir con otros amigos.
En el segundo momento de esa primera ludoteca viajera se vivió el espacio de juego durante cuatro horas. La ludoteca viajera se realizó en el marco de la jornada de salud organizada por la Cruza Roja en articulación con la secretaría de Salud Municipal. “Durante la jornada, logramos vincular a algunos adultos que se encontraban en la jornada de salud, mientras esperaban el turno para ser atendidos”, señaló la Corporación Juego y Niñez.
Fortalecimiento de la ludoteca
En Ciénaga la Corporación Juego y Niñez hizo un acompañamiento a la ludoteca para el fortalecimiento de sus acciones, especialmente con acompañamiento técnico en el tema de primera infancia. La finalidad fue brindar nuevas herramientas de atención, conocer qué significa tener ambientes adecuados o enriquecidos de atención tanto para las niñas y niños como para los cuidadores. El pasado 29 de noviembre se realizó un taller con las madres y cuidadoras de primera infancia.
La convocatoria fue realizada por la ludotecaria municipal. En total asistieron 12 personas, quienes hicieron un reconocimiento de la otra y de sí mismas y recordaron momentos de infancia (los momentos más felices, los lugares y las personas que marcaron positivamente sus vidas). Finalmente, hicieron precisiones respecto al desarrollo de las niñas y los niños y recibieron una invitación a continuar aprovechando espacios como la ludoteca, que facilita y genera las posibilidades de fortalecer los vínculos afectivos y generar redes para el intercambio de experiencias y conocimiento alrededor de la crianza de las niñas y los niños.
“Para mí la ludoteca es muy importante porque con ella he aprendido a jugar con mis hijos a interactuar con otros niños y otras mamás. [En el taller] Hoy me sentí súper feliz, me sentí nuevamente niña. Me gustaría que esto se repitiera muchas veces, que pudiéramos interactuar todas las mamás para darles un mejor aprendizaje a nuestros hijos, para que ellos se sientan niños, para sentirnos niños nosotros con ellos y ayudarlos a que ellos sean mejores personas”, indicó Rita María Rodríguez Jiménez, una de las mamás asistentes al taller.
“Estuvimos compartiendo en la ludoteca. Fue una experiencia bonita, recordé la importancia de integrarnos con nuestros niños. Hemos dejado de jugar con nuestros hijos por la rutina del hogar. Recordé mi infancia, también cuando he jugado con mis hijos en la ludoteca. Recordé la importancia que tiene la ludoteca en la vida de nuestros hijos. Quisiera seguir compartiendo con mi familia y las demás personas que vienen a la ludoteca para compartir como un solo núcleo, como si fuéramos una sola familia. Gracias a la ludoteca”, señaló una de las mamás participantes del taller.
“Hoy en el taller recordé la niñez. Quiero que mi hijo venga y aprenda también varias cosas de niños. Que no se pierda la costumbre de ser niños”, dijo una de las mamás asistentes al taller.